Si alguna vez te has preguntado cómo conseguir ventas constantes, lo primero que debes saber es que no se trata sólo de ofrecer un buen producto o servicio, sino de crear una forma fiable y eficaz de que los clientes te visiten, confíen en ti y te compren.
¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Aquí te doy las claves más importantes para lograrlo.
Empieza por definir tu oferta. Es muy importante definirla claramente. Si no puedes explicar claramente lo que ofreces, es poco probable que los demás lo entiendan. Defínela de forma precisa y directa. Cuando defines tu propuesta de valor con precisión, tu respuesta será clara y convincente cuando alguien te pregunte qué es lo que haces.
Una vez que hayas definido claramente tu oferta, lo siguiente es darla a conocer a todo el mundo. Para ello, nada mejor que un sitio web.
Piensa en tu sitio web como algo más que un escaparate digital: es tu tienda personal donde puedes recibir a sus clientes 24/7. Para ello, tiene que ser atractivo y fácil de navegar. De lo contrario, perderás la oportunidad de vender tus productos. Tu sitio web debe ser impecable, profesional y estar diseñado de tal forma que los clientes se enamoren de él a primera vista.
No olvides la importancia de tener tu propio nombre de dominio. Tu nombre de dominio es el nombre que la gente recordará. Un nombre genérico y vago desaparecerá entre el ruido de Internet.
Ahora que tienes un buen sitio web, tienes que hacerlo accesible a sus clientes, no basta que tus amigos y tu mamá lo conozcan. Para ello, debes aplicar una estrategia de optimización para motores de búsqueda conocida como SEO. Si utilizas las palabras clave adecuadas, tu nuevo sitio web gritará “estoy aquí” a los motores de búsqueda. Es importante investigar, ajustar y optimizar constantemente tu estrategia para que los clientes puedan encontrarte fácilmente.
A menudo oímos que cada vez más gente utiliza las redes sociales para buscar, pero los motores como Google siguen representando más del 90% de las búsquedas. Aún queda mucho camino por recorrer antes de que las redes sociales lo sustituyan.
Entonces, tu sitio web ya está optimizado con una estrategia SEO, tus clientes te encuentran en las búsquedas y ... ¿Ahora qué? Obviamente, no puedes responder a todas las consultas las 24 horas del día. Aquí es donde la automatización cobra importancia.
A menos que tu sitio web sea una tienda digital en la que el mismo sistema sigue el proceso de compra hasta su finalización, los clientes necesitan sentir que se les presta la misma atención inmediata. Puedes implementar chatbots, pero normalmente estos sólo causan frustración (piensa en cuando llamas al banco y te contesta una máquina). En su lugar, es más útil utilizar un proceso de correo electrónico que recoja automáticamente los datos del cliente y envíe la información pertinente.
Un último punto clave es garantizar un seguimiento impecable. Los estudios demuestran que el 80% de las ventas requieren al menos cinco interacciones. Así que no tengas miedo de ser persistente. Mantente presente, sigue aportando valor, y la venta será suya.
Recuerda: No hay secretos mágicos, solo estrategias inteligentes.
- Aplica los siguientes pasos:
- Define claramente tu oferta.
- Crea un sitio web atractivo y funcional.
- Utiliza el SEO con eficacia.
- Automatiza los procesos para ahorrar tiempo.
- Haz un seguimiento constante.
La simplicidad es la clave. No se trata de abrumar a los clientes con infinitas opciones o procesos complicados. Paso a paso, condúcelos por un camino claro en el que entiendan lo que ofreces, confíen en ti y decidan dar el paso de comprar. Si este proceso se alinea correctamente, el éxito de ventas no es cuestión de suerte, sino una fórmula que podrás aplicar continuamente.